( 247-183 a. de J.C. ). General cartaginés y uno de los más grandes genios militares de la antigüedad, hijo de Amilcar Barca. Cuando vino a España con su padre en el año 238 a. de J.C., éste le hizo jurar odio eterno a los romanos, juramento que guardó fielmente toda su vida. A la muerte de su padre sirvió en el ejército cartaginés de España a las órdenes de su cuñado Asdrúbal. Al morir éste asesinado, Anibal recibió el mando supremo. Empleó dos años en asegurar el dominio cartaginés en España y, una vez instruidas convenientemente sus tropas, atacó Sagunto - que conquistó tras duro asedio de ocho meses - con el deliberado propósito de provocar la guerra con Roma.
CAMPAÑA DE ITALIA
Con cerca de 90.000 infantes, 12.000 jinetes y 37 elefantes partió Anibal de Cartago Nova a comienzos de mayo del año 218 a. de J.C. y, cruzando los Pirineos, donde perdió 20.000 hombres, se dirigió hacia los Alpes. Una de las cuestiones más discutidas de la historia antigua es la relativa al lugar por donde atravesó esta cordillera. Lo más probable es que lo hiciese por Mont Genèvre o el Col de l'Argentière. En cualquier caso sufrió importantes pérdidas, ya que sólo sobrevivieron a la prueba 20.000 infantes y 6000 jinetes. El general romano Escipión, que habia acudido al Norte de Italia para detener a los invasores, fue derrotado en una escaramuza cerca del rio Tesino y, poco después, de nuevo en las proximidades de Trebia, donde perdió 20.000 hombres ( diciembre del 218 ). Después de conceder un breve descanso a sus tropas, cruzó Anibal los Apeninos y las tierras pantanosas del Arno con indecibles penalidades; él mismo perdió un ojo de una oftalmia. Atrajo al cónsul romano Flaminio a una emboscada en el lago Trasimeno y le infligió una grave derrota. Entonces avanzó hacia el Sur y penetró en Ampulia y Campania. Al año siguiente, después de invernar en Apulia, consiguió otra victoria en Cannas, donde perecieron 50.000 de los 80.000 hombres que componian el ejército romano y 20.000 fueron hechos prisioneros. Se ha repetido muchas veces que, si entonces hubiera marchado sobre Roma, la hubiese tomado fácilmente y con ello hubiera ganado la guerra; pero los hechos demuestran lo contrario. El premio de esta victoria fue la sumisión de los lucanos, los bruttios, la mayoria de los samnitas y la ciudad de Capua, donde pasó el invierno. Se admite vulgarmente que las delicias de esta ciudad resultaron fatales para sus tropas, pero no fue Capua la causa de la perdición de Anibal, sino la resolución de Roma y la circunstancia de que el cartaginés no logró atraer a los generales romanos a batallas decisivas. En el año 212 tomó la ciudad de Tarento; pero no consiguió forzar el sitio de Capua, que cayó el año 211 a pesar de la marcha súbita que hizo sobre las puertas de Roma.
FIN DE LA GUERRA
El año 207 fue decisivo para la marcha de la guerra. El hermano de Anibal, Asdrúbal, invadió Italia desde España; pero, antes de unirse con Anibal, hubo de enfrentarse con los cónsules Livio y Claudio, que en el rio Metauro le infligieron decisiva derrota; su Ejército quedó prácticamente destrozado y él mismo murió a poco. Aún se sostuvo Anibal otros cuatro años en Bruttium; pero los éxitos de Escipión el Joven en España y el hecho de que éste se decidiera a invadir África le obligaron a correr en socorro de su patria. Embarcó en Croton ( Crotona ), en el otoño del año 203, después de haber permanecido en Italia quince años sin haber sufrido derrota alguna de importancia. El año 202 libró la batalla decisiva de Zama, en África. Derrotado por Escipión, urgió a su pueblo a pedir la paz. Durante unos años laboró incansablemente por restaurar su patria, reformando el Gobierno y reorganizando la hacienda. Pero, en el año 195, Roma exigió su entrega. Ello le obligó a buscar refugio en la corte de Antioco el Grande, de Siria, que en el 192 se vio envuelto en una guerra con Roma. La última intervención bélica de Anibal tuvo lugar en Aspendus, donde la flota que mandaba fue derrotada por los rodios. La rendición de Antioco a los romanos le obligó a buscar un nuevo protector, que encontró en Prusias, rey de Bitinia, en cuya corte vivió hasta que los romanos enviaron a Flaminio a reclamar su entrega. Viendo imposible la huida, se envenenó. Anibal demostró poseer todas las cualidades propias de un gran general: genio estratégico, inagotable energia, rapidez de acción y consumada habilidad para el manejo de sus tropas en el campo de batalla. Su vida particular nos ha sido transmitida tendenciosamente por los historiadores romanos, que le acusan contra toda evidencia histórica de perfidia y barbarie.
Pretende dar a conocer algo de la vida de los personajes más relevantes en la historia de la humanidad. Cualquier error de fechas o ausencia de datos, es culpa mia y sólo mia. Espero que os guste y os sea de utilidad
lunes, 10 de agosto de 2009
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